PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DEL ECOPARQUE DE L’AlCÚDIA

Acto de visita oficial al Ecoparque de Alcúdia del Secretario Autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Francesc Quesada.
EL CONSORCIO RIBERA Y VALLDIGNA (CRiV) POSE EN FUNCIONAMIENTO EL PRIMER ECOPARQUE CONSTRUIDO CON CRITERIOS DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL En LA COMUNIDAD VALENCIANA
El Secretario Autonómico de Medio ambiente y Cambio Climático, Francesc Quesada, junto al Director General de Cambio Climático y Calidad Ambiental de la Generalitat Valenciana, Joan Piquer, el Presidente del Consorcio Ribera y Valldigna, Salvador Montañana, el Alcalde de l’Alcúdia, Andreu Salom y miembros de la Comisión de Gobierno del Consorcio, han realizado esta mañana la visita oficial para el arranque del nuevo Ecoparque de l’Alcúdia, el primero construido con criterios de sostenibilidad ambiental en la Comunidad Valenciana.
El Consorcio Ribera y Valldigna (CRiV), se sitúa así como el Consorcio de gestión de residuos de referencia, con la Planta de Tratamiento más eficiente de España, y con una red de 26 ecoparques fijos y 2 móviles que dan servicio a los 320.000 vecinos de los municipios de la Ribera y parte de la Valldigna. Y todo esto, atendiendo a los criterios de eficiencia económica y sostenibilidad ecológica.
El nuevo ecoparque de l’Alcúdia, situado sobre una parcela de uso industrial de 2.992 metros cuadrados, y con una superficie construida de 2.783 metros cuadrados, ha tenido un coste de ejecución material de 350.000 euros.
Hormigones reutilizados para los muros y los accesos al Ecoparque, plásticos reciclados para señalizaciones, elementos exteriores y accesibilidad, conforman este nuevo ecoparque que se convierte así en el primero a utilizar un tipo de material sostenible para su construcción. Este ecoparque, además, está preparado para su futura informatización, y para el arranque de la iniciativa, «cuanto más reciclas, menos pagas» que el Presidente del Consorcio, Salvador Montañana, anunció en el balance de gestión a finales del año 2017, hace apenas tres meses.
Para el Presidente del CRiV, Salvador Montañana, «el arranque de un ecoparque de este tipo, construido desde la sostenibilidad ambiental y económica, mirando hasta el detalle cada céntimo que invertimos para dar servicio a nuestros ciudadanos, muestra qué son los objetivos de nuestra gestión al frente del Consorcio. Cuidamos el medio ambiente, damos servicio al ciudadano gestionando desde la coherencia y el rigor, y nos situamos a la delantera de la gestión de residuos en el territorio nacional». El hecho que este nuevo ecoparque sea construido precisamente en l’Alcúdia, «era una necesidad que el Consorcio tenía pendiente», y «demuestra cómo ha cambiado el modelo de gestión del Consorcio: más transparente, más participativo, y buscando el beneficio común entre todos, alejando disputas políticas para dar servicio en nuestros ciudadanos».
La red de ecoparques del Consorcio Ribera y Valldigna llega ya a los 26 ecoparques fijos, situados cada uno a menos de 5 km de la población más lejana, por lo cual pueden depositar los residuos especiales para su reciclaje en cualquier de ellos, de manera gratuita, los 320.000 ciudadanos a los cuales da servicio el Consorcio. El arranque en este 2018 de un nuevo ecomòbil que acerca el reciclaje a 18 poblaciones, y la próxima construcción de tres ecoparques más, el ecoparque número 27 junto al Complejo de Valorización de Residuos de Guadassuar que completará su circuito educativo visitable, consolidarán esta red, siempre bajo los mismos criterios de sostenibilidad, para hacer realidad desde el Consorcio los principios de la Economía Circular.
A los ecoparques están destinados aquellos residuos más nocivos para el medio ambiente, y más molestos, que no se pueden depositar en los contenedores de residuos mezclados ni de reciclaje: escombros, electrodomésticos, óleos, barnices, tubos de neón, pequeños aparatos eléctricos y electrónicos… residuos que, desafortunadamente son cada vez más frecuentes y que la red de ecoparques y ecomòbils se encarga de reciclar correctamente.
Nota constructiva:
Se ha optado por la utilización de bloques de hormigón (parecidos a los de los juegos de construcción) en los muros de contención del ecoparque para tratarse de una solución estructural que favorece la economía circular sostenible, dado que el hormigón utilizado, aunque de alta calidad, procede de los excedentes de producción de instalaciones de prefabricados, que de otro modo habrían sido gestionados en un vertedero de residuos inertes.
Protecciones de los muros:
Los topes de los muelles están fabricados con Cloruro de Polivinilo (PVC) de cable reciclado, con un peso por unidad de 6,5 kg.
Las planchas de protección de los bloques están fabricadas con Polietileno (PE) de cañerías y de botellas puesto consumo.